Una obra maestra de la ciencia ficción y el survival-horror en primera persona, Doom 3 nos ofrece sensaciones inusitadas acaso comparables de lejos con títulos como F.E.A.R (aunque en mi humilde opinión esto es mucho más intenso). Una historia intrigante y llena de sorpresas, acción incontenible, altas (muy, muy altas) dosis de terror, gráficos increíbles hasta el momento y una tecnología revolucionaria se combinan en este título histórico imprescindible para jugadores que no temen a las emociones fuertes.

l juego tiene lugar en el año 2145, en el centro de investigación de la Union Aerospace Corporation (UAC), en Marte y pese a que la base argumental de la historia es la misma, se desarrolla de forma distinta. Mientras que en el DOOM original el protagonista entra en la base marciana ya invadida por huestes infernales, en el DOOM 3 tendremos el incómodo placer de ver como las espantosas huestes infernales la invaden. Las ruinas de una antigua civilización extraterrestre en Marte han desvelado los secretos de la teletransportación a otros mundos y dimensiones, y la UAC no se detendrá ante nada en su camino de constante progreso empresarial, aun a pesar de abrir la puerta del peor de los mundos posibles... Como parte del destacamento de seguridad de la base, nuestro deber será muy sencillo en principio. Hasta que llegue la invasión.

Lo que sucede a continuación es una pesadilla no apta de ningún modo para estómagos sensibles. Se conocen casos de jugadores que han tenido que turnarse para avanzar en el juego debido a las altas condiciones de estrés y miedo sufridas sin pausa. Sin exagerar demasiado podemos decir que no tendremos un segundo de respiro. Cada giro, cada suceso, cada instante parece haber sido cuidado hasta el más mínimo y sádico detalle. Todo está lleno de sucesos, sonidos, visiones inquietantes, que producen el efecto de que realmente estamos cerca, muy cerca del Infierno... La sensación queda confirmada a la vista de las espantosas criaturas que veremos. Cómo escapar de ello sin morir ni volvernos locos queda a nuestra discreción.

Respecto al apartado técnico únicamente se puede decir que sin él nada de lo dicho sería posible. En dos palabras: perfecto y optimizado.